Por Jorge Campos, Centro de Investigación en Innovación y Sostenibilidad Universidad FUNDEPOS.
La importancia del uso de datos como una herramienta estratégica para el desarrollo sostenible, implica el desarrollo de nuevas capacidades técnicas e institucionales en todas las instancias de gobierno, que consoliden alternativas eficaces a las limitantes actuales en materia de acceso, uso de la información y generación de conocimiento. La mayor contribución que hace el Big Data al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es la incidencia que tiene en el proceso de toma de decisiones[1].
En una publicación de la CEPAL titulada “Un mundo que cuenta: movilización de la revolución de los datos para el desarrollo sostenible” se indica que se debe aprovechar la revolución de los datos, para apoyar a los países más necesitados de recursos y para dar un impulso sin precedentes hacia un nuevo mundo de datos por el cambio.[2] Esto implica el aprovechamiento del volumen de datos, velocidad con que se producen, número de productores, diseminación y gama de asuntos sobre los que existen datos en tiempo real. Asimismo, el aprovechamiento de nuevas tecnologías y otras fuentes (datos cualitativos, generados por los ciudadanos y datos acerca de las percepciones subjetivas) para tomar mejores decisiones.
Según el BID, la creciente digitalización que alcanza y desafía a toda la sociedad también puede crear oportunidades para mejorar la calidad de vida de las personas. Además de facilitar muchos aspectos de la vida cotidiana, transformar actividades económicas y revolucionar sectores enteros, las ciudades pueden ser planeadas de forma más eficiente y sostenible si las modernas tecnologías digitales fuesen orientadas a políticas enfocadas en el desarrollo urbano[3].
Al recogerse de manera individual, los macrodatos pueden revelar desigualdades en la sociedad que antes quedaban ocultas por la acumulación de datos generales sobre la población, indica una publicación de Naciones Unidas. Por ejemplo, sobre las mujeres y niñas, que habitualmente trabajan en el sector informal o en casa, y sufren limitaciones sociales en su movilidad o están marginadas en la toma de decisiones tanto de la pública como de la privada[4].
Esa misma publicación ofrece ejemplos de cómo los macrodatos ayudan a con el cumplimiento de los ODS, como se indica a continuación:
ODS 1: Fin de la pobreza.
Las tendencias de gasto en los servicios de telefonía móvil pueden proporcionar indicadores indirectos de los niveles de ingresos.
ODS 2: Hambre cero.
El crowdsourcing o seguimiento de los precios de los alimentos en Internet puede ayudar a controlar la seguridad alimentaria casi en tiempo real.
ODS 3: Salud y bienestar.
Rastrear el movimiento de los usuarios de teléfonos móviles puede ayudar a predecir la propagación de enfermedades infecciosas.
ODS 4: Educación de calidad.
Las denuncias de ciudadanos pueden descubrir las razones de las tasas del abandono escolar.
Actualmente los datos son extraídos principalmente de fotos satélites y bases de datos públicas, siendo necesaria la colaboración público-privada. El resultado de cruzar todos estos datos puede ayudar a evitar conflictos geopolíticos, conocer comportamientos humanos ante catástrofes naturales o crisis humanitarias y entender la vulnerabilidad y resiliencia en diferentes situaciones[5]. Dos ejemplos interesantes que se mencionan en esta publicación son:
Global Fishing Watch: un mapa que ayuda a prevenir la pesca ilegal, con la correspondiente reducción de conflictos geopolíticos, con el registro del movimiento de más de 35.000 buques y el procesamiento de más de 37 billones de mensajes sobre la actividad pesquera.
Climate Smart Agriculture: proyecto impulsado por la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) que ayuda a optimizar el cultivo durante las diferentes estaciones del año.
Así como estos hay decenas de ejemplos de la importancia de los datos y especialmente del “Big Data” para la toma de decisiones y para medir y poder reportar sobre el avance en el cumplimiento de los ODS. Sin datos, y buenos datos, seguiremos administrando el ambiente de forma arcaica, no será posible re-orientar el rumbo de la actividad humanas hacia modelos regenerativos y casi seguro que seguiremos cometiendo los mismos errores del pasado, dependiendo de una actividad económica lineal.
Por esta razón, la Universidad FUNDEPOS se complace en presentar el primero de varios cursos que iniciaremos a trabajar en conjunto con la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Costa Rica.
El programa en Uso de datos para impulsar el desarrollo sostenible te brindará un panorama global y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, acompañado de un tecnologías, limpieza, transformación, modelos analíticos y análisis predictivos de datos.
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[1] https://cepei.org/documents/big-data-una-herramienta-para-alcanzar-el-desarrollo-sostenible/
[2] /publicaciones/37889-un-mundo-que-cuenta-movilizacion-la-revolucion-datos-desarrollo-sostenible
[3] https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Big-Data-para-el-desarrollo-urbano-sostenible.pdf
[4] https://www.un.org/es/global-issues/big-data-for-sustainable-development
[5] https://www.sostenibilidad.com/vida-sostenible/del-big-data-al-sustainable-data/?