La última tendencia en el cooperativismo global
Sergio Navas
Vicerrector de Desarrollo Global
Universidad FUNDEPOS
Sobre Big data y economía Gig
En pleno escenario de cambios mundiales, no podemos obviar la acelerada transformación digital por los ya conocidos efectos de la pandemia. Lo que nos obliga a ser resilientes y adaptarnos, dentro de todos los espacios en los cuales nos desenvolvemos.
El inicio de esta revolución digital, fue la década de los noventas. Posteriormente con el apogeo de un nuevo paradigma de interacción humana conocida como redes sociales a inicios de la década de los 2000, se desarrolló una nueva forma de gestionar la inmensa cantidad información que entraba por estos medios digitales, iniciando el “big data management”.
Actualmente, todos los sectores productivos están directa o indirectamente dentro de esta red mundial digital, ya sea para fines publicitarios, para solventar algunos de sus procesos, o en su generalidad como empresa.
El sector cooperativo no es la excepción, aquí las llamadas “Plataformas cooperativas” han venido transformando el modelo tradicional para las nuevas generaciones adaptándose a estas tendencias de digitalización y de transformación de los procesos económicos.
En los últimos años han aparecido diferentes modelos de producción y educación a partir de cambios estructurales en las necesidades, tanto en la demanda como en su oferta. Entre ellas, las plataformas digitales, convirtiéndose en las nuevas interacciones económicas .
Como explora Snircek (2017), la primera revolución digital repuntó con el “dot com” a principios de la década de los 90´s. Fue debido a este auge que germinaron en ese entonces modestas empresas como Netflix, en sus inicios dedicados a la entrega de video filmes y Amazon como vendedora de libros por internet; actualmente líderes indiscutibles y referentes en plataformas digitales.
Ahora bien, ¿qué son las plataformas digitales? Cómo plantea Robert Nick (2007), en su nivel más general, las plataformas son infraestructuras digitales que permiten que dos o más grupos interactúen; es decir intermediarios que aglutinan a diferentes usuarios:
clientes, anunciantes, proveedores de servicios, productores, proveedores e incluso objetos físicos.
Actualmente las plataformas han ido evolucionando a un espacio de alta interactividad, en donde sus usuarios puedan crear sus propios productos, servicios y mercados. Las plataformas propician una nueva forma de interiorizar las preferencias del usuario, dejándolo interactuar con suma autonomía en la escogencia de sus servicios y/o bienes, gustos, diseños, fechas, entregas, entre otros parámetros de consumo.
En esta segunda década del milenio, las empresas que controlan las redes sociales, parte de nuestro día a día, el sector de entretenimiento por “streaming”, la entrega de paquetería, de hospedaje y transporte; son plataformas como Google, Facebook, Amazon, Netflix, Uber, Airbnb, Siemens.
Eso es un tácito ejemplo de la imperiosa necesidad de adquirir e innovar en la aplicación de las plataformas en los diversos campos productivos, en sus diferentes escalas socioespaciales como emprendedores, PYMES y empresas transnacionales.
Algo de un valor indiscutible que crean las plataformas digitales son los “efectos de red”; que son simples patrones de búsqueda, el llamado “tracking” o rastreo del usuario que identifica el rechazo o aceptación; y así la plataforma obtiene información de primera mano y esta funciona como energía “metabólica” para regeneración y adaptación, de tal forma que los dueños de la plataforma adecúen la gestión según la experiencia de usuario e interiorizan los cambios para mejorar el servicio.
Una precisa y rápida gestión de estos datos entrantes, puede procurar que la plataforma se conduzca hacia una “monopolización natural” en el mercado, tal y como lo hicieron Facebook, AirBnB y Uber.
Esta información se traduce en la llamada Big Data, que fue llamada por The Economist (2017) como el “combustible del futuro” (fuel of the future) debido a esa propiedad de: “patrones, predicciones y demás indicadores” valiosos para las empresas. Es así como El 90% de los datos almacenados en el mundo se ha generado en los últimos 5 años.
La adecuada gestión de la Big data mejora la eficiencia para la toma de decisiones y aumenta en más de 40% las vías para la innovación, así lo detalla el portal especializado en alta tecnología T & N Magazine y Wikibon (2020), mediante su foro, Digital Economy. Asimismo, predice que para el 2025, solo el mercado del Big Data representará: ¡103 billones de dólares!
Según Alejandro Cañarte, Gerente de Ventas de Ábaco. Señaló que semejante cifra no puede ser desatendida por empresas y ejecutivos si es que no quieren quedarse fuera de un juego que premiará solo a los mejores, los más eficientes y los más flexibles.
Asertivamente, aquellos tomadores de decisión que no se adapten a estas herramientas de análisis perderán su posición competitiva y podrían desaparecer. ¡Atención! gracias a la alta competitividad de la high tech se han desarrollado software libres y material para el análisis de datos que pueden ser utilizados por aquellos emprendedores, PYMES y cooperativas, rompiendo el paradigma que solo las grandes corporaciones pueden hacer análisis de datos.
Cooperativas digitales, una realidad.
Ante este reto, la Universidad FUNDEPOS gracias a las alianzas internacionales que ha forjado en los últimos años, lideró la convocatoria para conformar la primera generación del Programa sobre Plataformas Cooperativas, impartido por la Universidad de Mondragón y “The New School of New York” bajo el nombre “Platform Cooperatives now” en el primer semestre 2020.
El objetivo del curso fue brindarles a los estudiantes, diferentes estrategias innovadoras arraigadas en la propiedad cooperativa sobre las plataformas digitales, dirigido por uno de los expertos internacionales sobre plataformas cooperativas, Trebor Scholz.
Las plataformas cooperativas buscan atraer a esos grupos de emprendedores y empresas que se desenvuelven dentro de una Economía Gig. Este concepto no es más que los efectos de una revolución digital en la prestación de servicios y bienes, que trabajan remotamente, con horarios flexibles y con atención personalizada en cada experiencia de usuario (Scholz, 2020)
La gran pregunta, es ¿cómo se pueden adaptar los principios cooperativos a estas plataformas digitales? Hay en el mundo ejemplos relevantes, como Start Coop, primera aceleradora de plataformas cooperativas del mundo. Fue creada por un equipo con experiencia en el lanzamiento de cooperativas prósperas. Promueven que el conocimiento se puede compartir y enseñar, a partir de ahí, el proceso del concepto a la cooperativa se aceleró drásticamente, pero siempre con una visión de construir una economía más inclusiva y justa a través de modelos de propiedad distribuidos y escalables.”
Es tan importante esta nueva forma de generar cooperativas, que el pasado noviembre se realizó la Conferencia 2020 “A cooperative digital now!” en Berlin, Alemania, con un gran impacto. Según esta conferencia, las cooperativas de plataformas pueden ser una respuesta poderosa a nuestro sistema profundamente desigual y gobiernos fallidos en muchos países. Pueden apoyar a las personas que buscan salud, seguridad, refugio y trabajos con un salario digno.
Las cooperativas de plataforma democratizan los negocios digitales como de costumbre, transforman las cooperativas tradicionales y generan el desarrollo de las cooperativas en sectores completamente nuevos, como menciona la Conferencia A cooperative digital now!, 2020.
Las Plataformas cooperativas quieren atraer a los “freelance” y desarrolladores de innovación que se han sumado a este nuevo modelo de transacciones de la economía Gig hacia una economía participativa en un cooperativismo moderno, es decir: ¡una cooperativa 100% digital!
El Banco Interamericano de Desarrollo indicó que más de 335 mil millones USD será transaccionado a través de la economía Gig para el 2025, es decir cinco veces el PIB nominal de Costa Rica. (BBC News, 2018)
Ante todo esto, los tomadores de decisión deben ser arriesgados por estos cambios en la oferta, que son más veloces que nunca, las preferencias son más volátiles y la lealtad de marca está en proceso de extinción; por esto, solo la disruptividad, los procesos e inversión en innovación son los mecanismos mitigadores para este nuevo estadio de información digital.
El BBVA presentó un gran compendio sobre la reinvención de empresas, en esta era digital, y sobre las temáticas discutidas. Philip Evans (2014) acota, que existen dos tipos de polarizaciones identificadas, la polarización negativa, en donde puede llegar al extremo en que las empresas son sustituidas por individuos como actores principales (“freelance”) y la polarización positiva, donde conduce a la concentración de actividades hacia compañías de servicios públicos o los monopolios.
Estas tendencias buscan reemplazar la organización vertical por una horizontal y así como se ha mencionado en pasados artículos, los modelos Cooperativos son las organizaciones empresariales con mayor resiliencia ante las distorsiones socioeconómicas, como en el contexto actual.
Plataformas en Costa Rica, rompiendo paradigmas.
En Costa Rica no hay plataformas cooperativas, pero, aun así, el país está en el tope de uso de plataformas digitales en Latinoamérica para comercio, transporte, y fines sociales; superando a México, Argentina y Chile.
Según la última presentación de CINDE, en 2020, y en relación con lo descrito, el país es el número uno en capital humano con las mejores capacidades para las labores actuales y futuras a nivel internacional; así como número uno en exportación de servicios de valor agregado en alta tecnología.
Bajo esta línea comercial, es como el país ha creado un engranaje y modelo de desarrollo hacia afuera mediante la implementación de una propuesta educativa obligatoria, y actualmente está enfocada en alta gerencia, alta tecnología y con un rol transversal inequívoco de sostenibilidad.
Se visibiliza el paso de una economía de exportación de productos tradicionales, a tener una balanza de exportación de 85% en productos no tradicionales, que representan según el BCCR un 6.9% para el 2019. Asimismo sobresale como el país con mayor producción en innovación según la “World Intellectual Property Organization” del 2020, dirigiendo a la capital de San José y a la ciudad de Heredia como las ciudades más competitivas en comunicaciones y TI de Latinoamérica.
Es así como el país cimentó una fuerte cultura gig, por tanto, el cooperativismo debe dar ese salto hacia la modernidad, hacia las oportunidades del mercado en sectores que ya han mostrado su crecimiento, a pesar de la coyuntura internacional. En el sector servicios la agilidad y la experiencia de usuario es fundamental, pero sobretodo la visión de futuro de los líderes políticos y del cooperativismo en ampliar en horizontes
El cooperativismo tiene más 1 500 000 asociados, representando más del 20% de la población generando empleo y empresarios en todos las regiones y sectores del país. Sus principios filosóficos garantizan un estado de Bien Común y de Bien Vivir, un modelo de negocio cooperativista genera una toma de decisiones democrática y una distribución sostenible y sustentable. las plataformas cooperativas nos abren un nuevo camino, MÁS BIEN UNA AUTOPISTA DE 6 CARRILES, para acercar a los jóvenes a la nuevas generaciones a los profesionales en economía gig, a uno de los sectores más potentes de CR, al movimiento cooperativo.
Referencias Bibliográficas.
Gutiérrez, F. (2014) Reinventar la empresa en la era digital. OpenMind. BBVA. Madrid, España.
Scholz, T. et al (2020) Platform Co-ops Now!. Institute for the Cooperative Digital Economy . New School. New York, USA.
The Economist (2017) Data is giving rise to a new economy. Rev 6. 12 TH. London. UK.
CINDE (2020) Investing in Costa Rica. 5 things you should know. CINDE. San José, Costa Rica.
T&N Magazine (2020) ¿Cómo aprovechar el Big Data en tu empresa?. Digital Economy. T&N Magazine. Consultada en: https://www.tynmagazine.com/como-aprovechar-el-big-data-en-tu-empresa/